¿Por qué STABILIZIA?

Por profesionalidad en el negocio de la estabilización de suelos. Y porque…

…Somos más rápidos.

El diseño de nuestra forma de trabajo, con nuestra maquinaria exclusiva hace que seamos notablemente más rápidos que nuestra competencia.

…Somos más económicos.

La industrialización del proceso y la eliminación de la necesidad de transportar toneladas de materiales desde otros lugares, revierte en un menor coste.

…Somos más perdurables.

Nuestras aplicaciones son duraderas.

…Somos respetuosos con el medio ambiente

  • Contribuímos a la reducción de emisiones de dióxido de carbono; con nuestro método, evitamos el tráfico intensivo de camiones cargados de materiales de aporte. Y consumimos menos combustible en las aplicaciones.
  • Contribuímos a la reducción de consumo de combustibles fósiles; una base tratada con Stabilizia requiere –si es necesario- una capa de asfalto mucho menos gruesa.
  • Hacemos un uso mucho más racional del agua. Nuestro sistema de mezcla está diseñado para no desperdiciarla.
  • No generamos desgaste de canteras y bancos de aporte; trabajamos con el material autóctono.
  • Los productos que empleamos son inocuos con el medio ambiente. Incluso normalizamos espacios precontaminados.
  • El sistema patentado que utiliza Stabilizia tanto para hidratar los suelos como durante la misma aplicación de los sistemas de partículas estabilizadoras, permite ahorros de agua superiores al 60% respecto a los sistemas tradicionales de riego con cubas. El agua es un bien escaso que todos estamos obligados a conservar.

La estabilización de suelos o el control y reaprovechamiento de los suelos contaminados, son dos mercados en continuo auge y que tanto en situaciones de gran crecimiento económico como en momentos de crisis o falta de presupuestos para las empresas, Estados o Gobiernos pueden abrirse camino por su evidente ahorro de costes, velocidad de ejecución y sus mejoras de calidad técnicas.

Las enormes prestaciones que aportan estos nuevos sistemas de trabajo y el ahorro económico y de tiempo en el conjunto de las obras, cobran un nuevo impulso cuando le sumamos la posibilidad de controlar y reaprovechar todo tipo de suelo incluyendo como una partida muy destacable a los suelos contaminados industrialmente que por desgracia tanto abundan en muchos de los países avanzados o en vías de desarrollo.

Estos suelos actualmente o no se tratan, o representan un enorme coste de gestión al no encontrar más solución que su retirada y almacenaje en los vertederos especializados en materias peligrosas y que hacen casi inviable económicamente su retirada e imposible su reaprovechamiento.